María Llabrés Piris
1904-1996
En 1991 María Llabrés Piris recibía la medalla de oro de sus compañeros de gremio. Detrás de la celebración de sus 50 años como colegiada se escondía, también, el honor de haber sido la primera mujer en ejercer la medicina en Baleares. Convertida en pionera también como maternóloga y tocóloga de la comunidad, vivió la gran transformación de la profesión durante sus casi seis décadas de carrera.
Nació en Ciutadella en agosto de 1904, hija del empresario del calzado Francisco Llabrés Moll. Estudió en el Instituto General y Técnico de Mahón donde ingresó en 1917, pero cuando llegó el momento de labrarse una profesión, su padre le planteó dos alternativas: "O se incorporaba a la fábrica familiar como empleada rasa o estudiaba una carrera", recuerda su hija, María del Carmen Arregui. Ella optó por la segunda opción.
La decisión llevó a la venta del establecimiento zapatero y al traslado de la familia a Barcelona. Tras finalizar allí el bachillerato, María Llabrés Piris entraría en la Universidad de Barcelona para estudiar Medicina. Su hermana Catalina haría lo propio en Farmacia. "En los archivos figura que María estudió de manera no oficial, es decir, no presencial. En aquella época era algo común porque las mujeres no iban solas a ningún sitio, y menos a una clase compartida con hombres", señala la profesora de Historia de la Enfermería de la UIB, Gloria Gallego.
Dos premios extraordinarios figuran en su currículum universitario al que pondría el broche final en 1926 con la obtención del título previo pago de 750 pesetas. Hacía 44 años que la catalana María Elena Maseras se había convertido en la primera mujer médico de España, también por la Universidad de Barcelona. En el caso de Maseras pasaron cuatro años entre el final de sus estudios y su traducción en una titulación. A la burocracia no terminaba de convencerle la incorporación de la mujer.
En Baleares, Margarita Segura había sido la primera en obtener el título en 1915, pero no tuvo plaza y ejerció de manera no oficial entre sus amigos y familiares en Manacor", apunta Gallego. Llabrés sería, pues, la primera en desarrollar la carrera en las Islas.
Según recogía la historiadora y científica Maria Lluïsa Canut en Dones a les Illes: treball, esplai i ensenyament. 1895-1945, Llabrés cursó algunas asignaturas de doctorado e incluso opositó al cuerpo de Médicos de Asistencia Pública Domiciliaria de Barcelona antes de cambiar la Ciudad Condal por Mallorca. En 1930 conseguía una plaza como médico tocóloga de la Beneficencia municipal en Palma. Allí comenzaría la que sería su especialidad hasta la jubilación: maternología y tocología.
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| Quirófano de obstetricia de Valencia años 20 |
"Era bastante común que las primeras mujeres médicos no sólo de España sino de toda Europa se dedicaran a la maternología o la tocología. Otras se decantaron por la pediatría", explica la profesora de la UIB. En la Isla, María Llabrés conocería a su futuro marido, Severiano Arregui. Pese a la oposición de su padre –que aseguraba haberle pagado una carrera para que no dependiera de ningún hombre–, la menorquina decidió casarse y dejar de forma temporal su profesión.
"Severiano, mi padre, tenía negocios relacionados con el mundo marítimo, y por ello se vieron obligados a cambiar su residencia varias veces", rememora María del Carmen. Pasaron por Valencia y Algeciras antes de instalarse en Cazalla de la Sierra (Sevilla). Había estallado la Guerra Civil y su marido se presentaba como voluntario al frente después de que hubieran fracasado varias de sus empresas. "Mi madre decidió entonces volver a trabajar para garantizar la subsistencia de la familia si a él le pasaba algo", continúa.
La muerte de Arregui el mismo diciembre de 1936 hizo que decidiera regresar a su Menorca natal. Las hemerotecas la sitúan en 1942 de nuevo en Cataluña como médico maternóloga del Servicio Provincial de Higiene Infantil de Girona. En su isla recuperó el puesto como tocóloga del Estado y se convirtió en directora del Hospital Municipal de Es Clos. Cuando en 1956 se inauguró el Hospital Virgen del Toro, se encargó de la dirección del servicio de ginecología y obstetricia.
Continuaría en la medicina general de la Seguridad Social hasta que a finales de los 60 se vio obligada a jubilarse por motivos de salud. Pasaba su vida entre Menorca, Tenerife y Madrid, donde el Colegio de Médicos de Baleares reconocería su gran labor en 1991 otorgándole la medalla de honor. Ella fallecería en la isla canaria sólo cinco años después.
Baleópolis 24-07-2012
Fuentes
VV.AA. Dones a les Illes: treball, esplai i ensenyament. 1895-1945.
CORBELLA, Jacint & DOMENECH, Edelmira. Metgesses a l'antiga facultat de Medicina de Barcelona del carrer del Carme
http://www.raco.cat/index.php/gimbernat/article/viewFile/44768/54532
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