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viernes, 25 de octubre de 2013

Paul Géroudet: el vigía del buitre negro

Paul Géroudet
1917-2006

En apenas una década, el número de ejemplares de buitre negro se redujo a la mitad en Mallorca. El comienzo de la debacle, a principios de los 70, coincidió con un incipiente movimiento conservacionista en la Isla. Fue entonces cuando un cetrero mallorquín puso en marcha un proyecto para la edición de un texto que concienciara sobre las rapaces. Su autor sería el reconocido ornitólogo suizo Paul Géroudet, que elaboraría un documento pionero en España.

Su carrera como naturalista fue un sprint desde el inicio. Nació en diciembre de 1917 en Ginebra (Suiza), donde las visitas al Museo de Historia Natural junto a su padre y las lecturas infantiles despertaron su fascinación por la naturaleza. Tenía sólo 15 años cuando comenzó a formarse en ornitología de manera autodidacta, y 22 cuando se convirtió en editor de la revista Nos Oiseaux (Nuestras aves).

Hacia 1938, Paul Géroudet era uno de los ornitólogos más prestigiosos de Suiza. Sin embargo, la imposibilidad de encontrar un trabajo remunerado en este área, le llevó a diplomarse en Magisterio y a ejercer como profesor durante casi treinta años. No obstante, nunca dejó de lado su orientación científica y su trabajo de campo.


martes, 23 de octubre de 2012

Cristóbal Veny, el llanero de las necrópolis

Cristóbal Veny
1925-2007

Se inició en la arqueología cuando la disciplina era un erial científico en España. Pasarían casi 30 años hasta que Cristóbal Veny vio publicados sus trabajos sobre las cuevas sepulcrales del Bronce Antiguo, pero aquél sería el inicio de una carrera ligada a la cultura funeraria previa a la romanización. Junto a su monumental Corpus de inscripciones baleáricas, en su currículum destaca su participación en una de las primeras excavaciones submarinas de Mallorca.

Nació en Porreres en 1925 y su vida quedó pronto ligada a la carrera eclesiástica desde que comenzara su primera enseñanza como blauet de Lluc. En 1940 Veny ingresaba en la congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones para ordenarse presbítero en 1949. Pero su faceta como religioso se orientó hacia la docencia como maestro en el mismo santuario de Escorca y después en el colegio Obispo Perelló de Madrid.

Para entonces, ya había comenzado su interés por la arqueología, aunque la posguerra había reducido las investigaciones a la mínima expresión en todo el país. «Después del conflicto se inició una gran limpieza de los investigadores anteriores. Junto a la falta de dinero y de universidades, fue una de las causas de la ausencia de grupos en favor de arqueólogos en solitarios», señala el experto David Javaloyas.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Miquel Massutí Oliver: y la pesca se hizo ciencia

| Miquel Massutí Pascual
Miquel Massutí Oliver
1930-2012

Su nombramiento como primer director general de Pesca del Govern culminaba un proyecto de muchos años: consolidar la relación entre la oceanografía y el sector pesquero. Como científico, Miquel Massutí Oliver trabajó en la prospección de caladeros y en la cartografía submarina del mar balear. Desde la Administración contribuyó a la regulación de la pesca para que fuera sostenible mientras crecía su capacidad.

Nació en Palma en junio de 1930. Miquel Massutí Oliver era el nuevo miembro de una familia de biólogos y oceanógrafos. Su padre, sin ir más lejos, había sido director del laboratorio del Instituto Español de Oceanografía (IEO) en la capital mallorquina. La vocación y aquella suerte de tradición familiar le llevarían también a él a estudiar Ciencias Naturales en la Universidad de Barcelona.

En 1954 comenzaría su carrera profesional como becario en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en los laboratorios de Blanes, Vinaroz y Cádiz. Pero sería su ingreso en el IEO en 1959 el que marcaría definitivamente su trayectoria. El laboratorio palmesano se convirtió también en su nuevo destino.

lunes, 11 de junio de 2012

Miquel Ballester, un físico para el Mediterráneo

Miquel Ballester
1919-2008

Durante su vida y su carrera, Miquel Ballester asistió a la gran transformación de la meteorología. Sus inicios le vincularon a un Servicio Meteorológico Nacional aún dependiente del Ministerio del Aire y con las aerolíneas como destinatarios principales. Cuando se jubiló, la ciencia estaba preocupada por un cambio climático que el solleric se negaba a aceptar. Entre ambas épocas, se convirtió en una autoridad en la física meteorológica y un impulsor de los estudios en el Mediterráneo.



Nació en Sóller en 1919, pero pronto se trasladó a Barcelona y Madrid para iniciar sus estudios universitarios de Física y Meteorología. Ya graduado, dio el salto a Cambridge (Inglaterra) para ampliar sus estudios en el Gonville &Caius College. Sin embargo, sería en Mallorca donde comenzaría su carrera profesional.



Ingresó en el Servicio Meteorológico Nacional en 1941, y su primer destino llegaría sólo un año después como jefe del observatorio de Alcúdia, un centro vinculado a la base militar. «Cuando se organizó la meteorología en España, ésta estaba asociada al Ministerio del Aire y al servicio militar. Tenía también relación con la aeronáutica porque las predicciones eran fundamentales para los vuelos», explica el catedrático de Meteorología de la UIB, Climent Ramis.

Maria Lluïsa Canut, feminismo desde la física

Maria Lluïsa Canut
1924-2005

Su tesis Dinámica de redes en cristales moleculares la convirtió, a mediados de los 50, en una investigadora puntera en la cristalografía española. Maria Lluïsa Canut sería, durante 40 estudios científicos y otros tantos años, la otra pieza de un tándem en el que, junto a José Luis Amorós, consiguió prestigio a nivel internacional. Su llegada a la Southern University de Illinois le permitió convertirse, además, en líder de un movimiento feminista por la igualdad de sueldos para las mujeres docentes.

Nació en Mahón en 1924, pero su carrera científica no comenzó hasta su traslado a la Ciudad Condal. En la Universidad de Barcelona se licenciaría en Ciencias Físicas para luego doctorarse, en 1955, con su primer trabajo de investigación. Una tesis titulada Dinámica de redes en cristales moleculares y cuyo proyecto había dirigido el experto cristalógrafo José Luis Amorós.

«Aquel trabajo supuso un plantemiento muy novedoso para la época ya que analizaba el movimiento de las moléculas dentro de los cristales a través de la observación por rayos X», afirma el catedrático de la Universidad de Barcelona, Salvador Galí. La tesis de Maria Lluïsa Canut resultaba casi un «atrevimiento» en un panorama universitario con escasos recursos para la experimentación y prácticamente estancado desde la Guerra Civil.

jueves, 5 de abril de 2012

Joan Pons Moyà, el rastreador del Myotragus

Joan Pons Moyà
1955-2003

La inmersión de Joan Pons en la ciencia fue un proceso tan cuidadoso y escalonado como adentrarse en una cueva. Primero fue la espeleología; después, la fauna. Por un lado la cavernícola, que recolectó para otros investigadores. Por otro, los restos fósiles de especies endémicas con los que reconstruyó la evolución del Myotragus. Una carrera brillante que acabaría con el hallazgo del resto humano más antiguo de la Península Ibérica.

Nació en Palma en 1955 y sus inquietudes naturalísticas comenzaron muy pronto. Era sólo un adolescente cuando, a través de la Societat d’Història Natural de Balears, conoció al paleontólogo Juan Cuerda (ver entrada). Las excursiones que realizaron juntos en un Seat 600 le acercaron a la malacología marina y a los estudios del Cuaternario. Sin embargo, su adhesión al Grup Espeleològic Mallorquí reorientarían su interés hacia las cavidades.

Desde aquel grupo, Joan Pons formó parte de una generación pionera que emprendió la catalogación y topografía sistemática de las cuevas de Baleares. La bioespeleología fue, entonces, un paso casi natural desde el que recolectó algunas especies cavernícolas como el escarabajo Reicheia balearica que describiría el mismísimo Francesc Español (ver entrada).

martes, 20 de diciembre de 2011

Josep Darder Seguí, el geólogo de los trasvases

Josep Darder Seguí
1925-2008

Con la clara influencia de su padre, referente en los estudios geológicos de Mallorca, Josep Darder Seguí tuvo clara su orientación profesional. Se licenció en Ciencias Naturales, y su interés por la geología le llevó pronto al subsuelo. De las prospecciones petrolíferas pasó al estudio de las aguas subterráneas. Una faceta con la que se convirtió en pionero en los proyectos de trasvase del Ebro y en el aprovisionamiento de agua a la Isla en pleno boom turístico.

Nació en Mallorca en 1925 en el seno de una doble saga de intelectuales: los Darder y los Muntaner. Su primo, Emili Darder (ver entrada), había sido revolucionario en el sistema sanitario de Palma. Su padre, Bartomeu Darder (ver entrada), , nombre clave además de pionero en los estudios geológicos en la Isla. Su traslado a Tarragona, en cuyo instituto había conseguido una plaza como catedrático, haría que su hijo, Josep Darder Seguí pasara el resto de su vida en Cataluña.

Según Ramon Salas Roig, Josep Darder siempre hablaba de su padre con un tono "apasionado y de admiración al mismo tiempo". Un discurso en el que siempre acababa por salir la figura de Paul Fallot. También él le había conocido desde joven por la gran amistad y relación profesional con su padre. Pero, además, en septiembre de 1947 le acompañó durante una campaña en las sierras de Baza y Filabres (Cordilleras Béticas).

La Guerra Civil supondría un revés para padre e hijo. El primero sería encarcelado en dos ocasiones y apartado de su cátedra durante dos años. El segundo, que pasaba el verano en la casa de unos familiares en Mallorca, quedaría atrapado en la isla hasta que acabó el conflicto. El final de aquella década marcaría el inicio de su carrera científica.

domingo, 31 de julio de 2011

Ignaci Ponseti y el pie zambo

Ignaci Ponseti
1914-2008

La Guerra Civil marcó la vida profesional de Ignacio Ponseti. Acabó su grado en Medicina sólo dos días antes del estallido y con la victoria del bando nacional se exilió a Francia y después a Iowa. Durante el conflicto, aprendió la técnica de enyesado de Bohler, un método con el que lograría desterrar la cirugía del tratamiento del pie zambo implantando lo que se conocería como el Método Ponseti.

Nació en Ciutadella en 1914 pero apenas pasó ocho años en Menorca antes de trasladarse con su familia a Barcelona. Allí comenzó sus estudios en Medicina que finalizó justo dos días antes del alzamiento del 18 de julio de 1936. Durante un tiempo sirvió como médico, pero con la victoria de los nacionales se marchó más allá de los Pirineos a donde evacuó a cuarenta heridos. Con la caída de la Ciudad Condal, se trasladó a Francia.

Después llegó México y dos años más tarde, Iowa. Ponseti ingresó en su Universidad para estudiar ortopedia. El pie equinovaro –más conocido como pie zambo– se convirtió en uno de sus principales objetivos. Una malformación que afecta a los huesos, los músculos y los tendones del pie y que provoca que se curve hacia dentro o hacia abajo quedando rígido y sin poder recuperar su posición normal. Un problema que afecta a uno de cada mil nacimientos.


Juan Cuerda: el radiólogo del Cuaternario

Juan Cuerda, (centro) en el congreso del INQUA en Mallorca
Juan Cuerda
1912-2003

La batalla de Teruel le convirtió en un mutilado de la contienda, y la posguerra, en un representante de productos químicos para la industria zapatera. Sin embargo, aquellas reuniones con Guillem Colom y Andreu Muntaner transformaron a Juan Cuerda. El que había sido un naturalista aficionado se convirtió en un paleontólogo de renombre internacional y el autor de más de un centenar de obras sobre el Cuaternario, aún esenciales en la Historia del Mediterráneo.

Nació en Barcelona en junio de 1912, pero el origen mallorquín de su madre acostumbró a la familia a las estancias veraniegas en la Isla. El de 1936 fue un viaje sin vuelta. Para algunos, la huida de la Ciudad Condal. Para otros, el regreso imposible desde Mallorca. Fue aquí donde Juan Cuerda se alistó en el ejército nacionalista, el mismo con el que quedaría gravemente herido tras la batalla de Teruel de 1938.

El barcelonés llegó a Palma como mutilado y militar profesional, destinado a tareas administrativas que ayudaran a los veteranos heridos. Le ascendieron a comandante y luego a coronel en la reserva. Pero el sueldo era pequeño y Cuerda tuvo que complementar este trabajo con el de representante de productos químicos para la industria del calzado.


miércoles, 29 de junio de 2011

Javier Benedí: un biólogo en la incubadora

Javier Benedí
1957-2002

A finales de los años 80 España era un páramo desierto en la investigación de infecciones en los recién nacidos. Nada se sabía, ni siquiera, del Streptococcus agalacticae, una bacteria capaz de provocar la muerte del bebé en 48 horas. Fue Javier V. Benedí quien, a través de sus trabajos en Son Dureta, extendió esta vertiente de la microbiología desde la que lograría la creación del IUNICS.

Se trasladó a Mallorca a finales de los 80 porque su mujer, también bióloga, era mallorquina. Pero Javier V. Benedí había nacido en Zaragoza en 1957. Su determinación de estudiar Biología le llevaría después hasta la Universidad de Barcelona donde acabaría por especializarse y doctorarse en Microbiología tras un año de estancia en el Instituto Pasteur de París.

Su obsesión inicial fue la Klebsiella: una bacteria causante de la neumonía en adultos a la que dedicó, incluso, su tesis doctoral. Dos años de estancia en el Channing Laboratory de la Universidad de Harvard virarían su punto de mira a las infecciones de los neonatos. El centro era pionero en el estudio del Streptococcus agalacticae: un microorganismo que se había convertido en la causa más frecuente de infección en los recién nacidos.


domingo, 29 de mayo de 2011

Miguel Oliver Massutí: el mar, ciencia y política

Miguel Oliver Massutí
1918-2004

Tres años después de que el régimen franquista le desterrara profesionalmente a Vigo, Miguel Oliver Massutí consiguió incorporarse como director al Laboratorio Oceanográfico de Palma. Aquí fue el impulsor de las cartas de pesca del Mediterráneo continental, pero sería sólo el inicio de una carrera fulgurante que le llevó a ser presidente del Consejo General de Pesca del Mediterráneo en la FAO y secretario general de Pesca Marítima de España. 

Retirado de la vida política, volvió a Mallorca para culminar su currículum como presidente del primer patronato de Cabrera.

Oliver Massutí era, en realidad, catalán. Nació en Barcelona en 1918 pero no tardó en trasladarse con su familia a Felanitx, Mallorca. Allí, su padre se convirtió no sólo en el farmacéutico del pueblo sino en alcalde durante la II República. El estallido de la Guerra Civil en 1936 fue una debacle para ellos. La farmacia fue saqueada, la casa familiar incautada y el padre pasó un largo exilio en Filipinas. 

Miguel, que acababa de aprobar el ingreso en la Universidad de Barcelona, tuvo que interrumpir sus estudios para pasar ocho años entre prisiones franquistas, cuarteles militares y el campo de concentración de Tetuán (Marruecos).


viernes, 11 de febrero de 2011

Carlos Cristos: el testimonio vivo

Carlos Cristos
1956-2008

Carlos Cristos consagró su vida y su muerte a la medicina. En la radio se convirtió en el responsable de varios espacios de divulgación y en Ruanda, en voluntario para la reconstrucción del sistema sanitario del país. Fue en Mallorca donde, como médico de familia, tuvo que comunicar a sus pacientes los más diversos diagnósticos. Nunca pensó que un día sería él quien recibiría la noticia de aquella Atrofia sistémica múltiple que le atacaba. Una dolencia irreversible cuyo testimonio quiso convertir en un documental.

Vigo, 1956. Nace Carlos Cristos. Apenas faltan unos años para que comience a fantasear con la idea de ser médico de familia y tratar a los pacientes cara a cara. Un sueño factible que pasó por una licenciatura en Medicina y otra en Cirugía antes de hacerse realidad.

Pero la bata blanca y la chapa en la solapa pronto dejaron de ser suficientes. Carlos quería más y, sucesivamente, fue implicándose en nuevos proyectos: creó un programa de informática sanitario pionero a nivel mundial, se dedicó a divulgar la ciencia desde las ondas de Radio Nacional y se trasladó como voluntario a Ruanda donde ayudó a la reconstrucción del sistema sanitario del país.


jueves, 10 de febrero de 2011

Jaume Damians: El 'hacker' de la espeleología

Jaume Damians
1960-2008

La espeleología era sólo una afición. Y no únicamente para Jaume Damians, que pasó su vida profesional ligado a la informática. El propio Speleo Club Mallorca no tenía en su origen más objetivo que las salidas deportivas. Sus posibilidades en relación con la arqueología y la biología dieron un giro de 180 gados. Y Damians se convirtió en impulsor de campañas como Minor 87 y pionero en el estudio del medio subterráneo superficial.

Édouard A. Martel (ver entrada) y Emil Racovitza (ver entrada) eran nombres conocidos en Mallorca. Pero sus experiencias, a veces más cercanas a la mitología que a la ciencia, quedaban ya muy lejos en el tiempo. «En los años 50 del siglo XX un nuevo grupo liderado por catalanes, como Josep Maria Palou, recuperó el interés por el estudio de las cuevas. Un movimiento que coincidió con la fundación de la Societat d’Història Natural», recuerda el profesor del departamento de Ciències de la Terra de la UIB, Guillem X. Pons.

Pese a reactivar la investigación de las cavidades, el movimiento volvió a extinguirse. Así que cuando Jaume Damians comenzó a interesarse por las grutas, se limitó a las excursiones deportivas. Nacido en 1960, se vinculó de manera oficial a la espeleología en 1977 al adherirse al Speleo Club Mallorca y, dos años más tarde, al Grupo Espeleológico EST de Palma.

Su profesión era la informática, pero el mallorquín dedicaba cada vez más tiempo a las salidas montañeras. Una formación autodidacta que le convirtió, a finales de los 70, en uno de los impulsores de técnicas como la de sols corda. «Un método seguro que, por la falta de fijadores o anclajes, permitía más autonomía en el acceso», explica Pons.

Fue, tal vez, el principio de la revolución. El sols corda facilitaba la exploración de ventanas laterales o cavidades más inaccesibles como el Avenc d’Escorca. Las posibilidades de la espeleología se multiplicaban y ésta se ponía, además, al servicio de la ciencia.

La primera faceta en desarrollarse fue la arqueológica. Una vertiente en la que Damians se inició de la mano de compañeros como Miquel Trías. Las excursiones se convirtieron entonces en campañas para la detección y exploración de yacimientos.

La topografía llegó justo después. En aquel mismo 1979, el mallorquín se incorporó a la junta directiva de la Federación Balear de Espeleología como coordinador del Catàleg de cavitats. «Ya existía un archivo muy primario de planimetrías de las cuevas, pero éstas aumentaron con la creación de la revista Endins que ayudó a difundirlas», relata el profesor de la UIB. Aquel primer catálogo recogía más de 3.000 cavidades de Baleares.

DE LA ESPELEOLOGÍA A LA ZOOLOGÍA

La conexión de la espeleología con la ciencia quedaba cada vez más patente. Su responsable era una nueva generación de investigadores que promovían el estudio científico de las cuevas. Una nueva ola en la que –junto a Damians– se encontraban Jaume Coll, Xavier Bellés, Joan Pons Moyà (ver entrada) o Ángel Ginés.

Muchos eran autodidactas; otros estaban relacionados con los estudios universitarios de ciencias naturales. Una vinculación que facilitó su promoción pero que, dada su condición de estudiantes, impedía que se tratara de campañas oficiales.

En los 80 la espeleología se aunó con la biología para el estudio de la fauna cavernícola. El mallorquín estudió la biogeografía y la taxonomía de arañas, coleópteros, moluscos terrestres, etc.

Firme impulsor de la bioespeleología, Damians promovió campañas de exploración como la Minor 87 en Menorca, la primera realizada en las Islas por investigadores baleares. «La fauna cavernícola tenía aquí un doble aislamiento: el de la cueva y el de la isla. El número de endemismos podía rozar el 70%», apunta Pons.

El informático dio incluso un paso más como pionero en el estudio de los organismos del medio subterráneo superficial. «Fue una vertiente puesta de moda por los franceses y que constataba que la fauna cavernícola vivía también en el espacio superior de las cuevas, entre la superficie y las grietas conectadas o no con la cavidad».

Sus logros siguieron en los 90 cuando ingresó en la junta directiva de la Societat d’Història Natural de Baleares en 1994. Además de la práctica, revisó todo el conocimiento histórico de la espeleología en Mallorca en el número especial de Endins coincidiendo con su vigésimo aniversario. Sin embargo, Jaume Damians acabó por transformarse en un hombre de la cultura. Fundador de la compañía L’Ombra del Cranc, regidor de Iguana Teatre y vinculado a la Fundació Teatre del Mar, falleció en Palma en 2008. El mundo del teatro lamentó su pérdida. El de la ciencia, se alegró de conservar el legado teórico de su trabajo.

Baleópolis nº 94 -25/01/2011

Fuente y origen fotos:

http://www.raco.cat/index.php/Endins/issue/view/8513
http://www.raco.cat/index.php/BolletiSHNBalears/issue/viw/13685
http://www.raco.cat/index.php/Endins/article/view/138424/189376

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