Catalina Llabrés Piris
1901-1983
Catalina Llabrés fue siempre menos conocida que su familia.
Primero, eclipsada por su hermana María (ver entrada), la primera médico
oficial de Baleares. Luego, muchos años después de su muerte, por un hijo que
legó toda su herencia a los Príncipes de Asturias. Quizá su nombre quedó como
un personaje secundario de la Historia, pero había sido pionera entre las
mujeres farmacéuticas de Menorca.
Nació en marzo de 1901 en Ciutadella, la hija mayor del
empresario zapatero Francisco Llabrés. Allí, en la ciudad menorquina,
estudiaría la primera y la segunda enseñanza, para terminar en 1919. Su impulso
fue, como recuerda su sobrina María del Carmen Arregui, dedicarse a la
docencia. Para ello se trasladó a Mallorca hasta completar sus estudios en
Magisterio.
La intención de Catalina era regresar a su isla para ejercer
como profesora. Pero entonces, la fábrica de calzado familiar se había vendido
con el objetivo de que los Llabrés se mudaran a Barcelona. Era el viaje que
cumpliría el sueño universitario que su padre perseguía para su hermana: que
estudiara Medicina. "Un traslado en el que no quiso que Catalina se
quedara sola en Menorca, así que acabó con ellos en la Ciudad Condal",
relata su sobrina.