Francesc Cardona i Orfila
1833-1892
El acercamiento de Francesc Cardona i Orfila a la ciencia es tan misterioso como el secreto mismo de la Creación. Comenzó por compatibilizar su actividad sacerdotal con sus inquietudes científicas y acabó por hacer de éstas últimas una industria pionera con seda made in Alaior.
Su formación en Teología en Valencia y Barcelona puso a Cardona i Orfila en el camino del ministerio sacerdotal y la pedagogía. El origen de su interés por la ciencia es algo desconocido, pero pronto lo aplicó a sus obligaciones eclesiásticas y colaboró con el Obispado en la creación de los gabinetes de física y química y de historia natural del Seminario Conciliar de Ciutadella.
Pronto comenzaron sus investigaciones en dos áreas diferentes: la entomología –que estudia los insectos– y la malacología –interesada en los moluscos–. Dos facetas en las que se convirtió en un verdadero coleccionista. Sus conocimientos crecían al mismo tiempo que el número de ejemplares de su propiedad.
Pronto comenzaron sus investigaciones en dos áreas diferentes: la entomología –que estudia los insectos– y la malacología –interesada en los moluscos–. Dos facetas en las que se convirtió en un verdadero coleccionista. Sus conocimientos crecían al mismo tiempo que el número de ejemplares de su propiedad.
Sus tres volúmenes sobre entomología –entre ellos el Catálogo de los coleópteros de Menorca (1872)– recogían los nombres en latín de las especies, el que recibían en catalán y su hábitat. Por otro lado, su colección de moluscos fue durante mucho tiempo la segunda más importante de España en número de ejemplares sólo superada por la del Museo de Ciencias Naturales de Madrid.