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jueves, 20 de septiembre de 2012

Élie de Beaumont, geólogo por correspondencia

Élie de Beaumont
1798-1874

Con una mano Élie de Beaumont dibujaba el perfil orográfico imaginario de Mallorca. En la otra, sostenía una de las rocas enviadas desde allí por Cambessèdes. Nunca había pisado el archipiélago, tal vez ni siquiera pensó hacerlo, pero la colección de minerales recolectados por su compatriota le permitió hacer una aproximación descriptiva de las Islas. Un artículo que constituyó el primer trabajo geológico sobre Baleares.

Nació en Calvados (Francia) en 1798, hijo y nieto de abogados. Pero la vocación de Jean-Baptiste Élie de Beaumont le orientó hacia la ciencia. Ingresó en la Escuela Politécnica y en la Escuela de Minas para estudiar ingeniería. Pero sería en las clases de geología donde descubriría su verdadera profesión. Las mismas que le llevarían a continuar su formación en la Facultad de Ciencias de París.

Entre 1820 y 1822 comenzaron sus viajes para realizar observaciones geológicas. Primero por diversas regiones francesas antes de dar el salto a Inglaterra y Escocia. Allí conocería también el mapa del país trazado por George Bellas Greenough. Era la inspiración necesaria para la gran carta geológica de Francia que empezaría a diseñar en 1841. El logro más reconocido de su currículum. Nada se sabe de cómo nació el interés de De Beaumont por Baleares. Tampoco del origen de su proyecto geológico en las Islas que tuvo al botánico Cambessèdes como principal aliado. Una suerte de corresponsal sobre el terreno que recogiera el material suficiente para su análisis posterior.

Aquella curiosa campaña comenzó en 1825 con la llegada de Cambessèdes a Mallorca. Su tarea principal de herborizar el archipiélago compartió pronto protagonismo con una especie de encargo. Como el propio geólogo relataría después, su compatriota recorrió la zona con un barómetro Gay-Lussac con el que medía la altura sobre el mar de los puntos más altos. Escaló todas las cumbres, apuntó en su diario de viaje todos los datos relevantes sobre la configuración de las montañas y recogió todas las rocas que creyó importantes en la formación de la isla.

Antes del verano Cambessèdes estaba de vuelta en Francia. Fue probablemente entonces cuando se inició el intercambio de material con De Beaumont. El estudio de aquellos datos –en su mayoría centrados en Mallorca e Ibiza– fraguó en 1827 la publicación del primer trabajo geológico sobre Baleares: Note sur la constitution geólogique des îles Baléares.

"Sí puede hablarse de un texto científico y su valor estriba en que es relativamente riguroso en un momento en que la geología estaba aún en un estado embrionario", señala el catedrático de Geografía de la Universidad de Valencia, Vicenç Rosselló. El objetivo que el francés se ponía era la descripción de las rocas traídas, la reproducción de extractos del diario de su paisano y, sólo en ocasiones, añadiría sus propias observaciones.

La comprobación mineralógica y aquellas notas eran las únicas herramientas del francés para reconstruir el terreno balear. "El análisis de la composición, también a través del microscopio, era uno de los escasos métodos que se podían aplicar. También el químico, pero no sabemos si se aplicó", afirma el profesor. De Beaumont señaló que Mallorca se dividía en dos partes bien diferenciadas: una "baja y de ondulaciones ligeras" que identificaba con el sur de la isla y otra compuesta de montañas y que se relacionaba tanto con la Serra de Tramuntana como con la de Llevant. En la primera destacaba las cimas del Massanella, el Puig Major o el de Torrella.

Aquel estudio a distancia también le sirvió al francés como laboratorio para sus planteamientos teóricos. En primer lugar, en la insistencia de las similitudes de la isla con Provenza. "El sistema de comparación era muy común en la investigación, y sobre todo en geología. Se buscaban afinidades con lo conocido", afirma Rosselló.

Pero el archipiélago sería también el ejemplo práctico para su teoría de la formación de cordilleras que presentaría en 1829 en la Academia de las Ciencias de París. Según su planteamiento, las cadenas montañosas formaban un sistema de grandes círculos terrestres en forma de pentágonos regulares. En esta geometría, el trapezoide Tb que pasaba por Palamós cortaba la isla de Menorca y la diametral Dc que cruzaba Mallorca, seguía la línea del cabo de Ferrutx al de Ses Salines y entraba en África por el cabo Tenies.


Baleópolis      04-09-2012


Fuentes

GARCÍA GONZÁLEZ, Armando. Biografía de Élie de Beaumont
http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=elie-de-beaumont-jean-baptiste-louis-leonce

VV.AA. Histoòria de la ciència a les Illes Balears. Volum IV: el segle XIX

DE BEAUMONT, Élie. Note sur la constitution geólogique des îles Baléares
http://es.scribd.com/doc/106464428/Note-sur-la-constitution-geologique-des-iles-Baleares

ALCOVER, Josep Antoni. Viatgers científics a les Illes Balears
http://es.scribd.com/doc/52419758/Viatgers-cientifics-segle-XIX-a-les-Illes-Balears

** Varios recursos sobre el geólogo: http://www.annales.org/archives/x/elie.html



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