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domingo, 9 de septiembre de 2012

Josep M. Palau Camps, un investigador entre insectos

Josep M. Palau Camps
1914-1996

El detective Jaume Arbós fue su mayor creación novelística. El retrato literario de su propio perfil de sombrero, pipa y gabardina. Pero también el alter ego de las exploraciones en cuevas mallorquinas que convirtieron a Josep Maria Palau Camps en pionero de la bioespeleología y de la entomología. Un investigador práctico que supo ponerse al servicio de otros para hacer avanzar los estudios sobre insectos.

Nació en Barcelona en 1914. La misma ciudad en la que se licenció en Ciencias Naturales y donde conoció a Francesc Español, quizá el maestro que orientó su carrera hacia la entomología. Una pasión que Palau Camps mostraría tímidamente en Cataluña –allí colaboraría en el Museo de Zoología– para después desarrollarla por completo en Mallorca. Los problemas de salud de su padre, el botánico Pere Palau, llevaron a la familia a instalarse en la Isla en 1941.

Su habilidad para el dibujo le acercó primero a las ciencias como ilustrador de las plantas que estudiaba su padre. Poco después, ambos se convertían en fundadores de la Societat d’Història Natural de Balears. «Surgió en 1954 como un punto de encuentro para todos los naturalistas que trabajaban en las Islas. Pero ya desde 1948 habían existido campañas y actividades vinculadas a la Real Sociedad de Historia Natural », relata el profesor del departamento de Ciencias de la Tierra de la UIB, Guillem X. Pons.

La espeleología se transformó en un buen método para el estudio de los insectos. Ya en 1954 Palau Camps acompañó al investigador Henri Henrot por las cuevas de Can Sion (Pollença), Sant Lluís (Porreres) o la de Les Meravelles (Orient), entre otras. Excursiones que dieron como fruto la descripción, con la colaboración del doctor René Jeannel, de un nuevo género de coleóptero bautizado en honor del catalán: Leptobythus palaui.

Mapa topográfico realizado por el Grupo EME
Su afición se formalizó un año después con su ingreso en el Equipo Mallorquín de Espeleología (EME), el primero de la Isla. Este nuevo grupo inició la búsqueda bioespeleológica de manera sistemática así como el levantamiento de planos topográficos de las cuevas.

Aquel mismo 1955 se publicaba la topografía de la Cueva de na Boixa en Felanitx, la primera realizada por estudiosos locales. Durante cerca de dos años extendieron sus trabajos a las cavidades de la sierra de Na Burguesa, donde querían ampliar sus análisis con observaciones geológicas, biológicas e incluso de meteorología.

Crustáceos, arácnidos y hasta moluscos fueron el objetivo del espíritu de zoólogo de Palau. Pero serían los escarabajos, especialmente los curculiónidos –a los que pertenece el picudo rojo–, los que centrarían su interés. Su perseverancia le hizo buscar no sólo en las cuevas sino también fuera de ellas.

Camps no quería que aquel patrimonio naturalístico saliera de las Islas, así que creó una gran colección de escarabajos curculiónidos que se conserva en el Museo Balear de Ciencias Naturales de Sóller. Pero el aislamiento que vivía Mallorca hizo que también tuviera que intercambiar insectos por libros de entomología y material óptico.

El EME comenzó la captura de artrópodos, quirópteros y demás animales para después enviarlos a especialistas. La correspondencia fue la herramienta más útil para que el barcelonés impulsara los estudios de entomología. «En aquel momento en la isla no había nadie que pudiera describir los ejemplares que él recolectaba. Por eso recurrió a expertos de toda Europa», apunta el profesor.

Jeannel, Español, Font i Quer o Zariquiey fueron algunos de sus aliados. La lista de nuevos géneros o especies bautizados en honor al catalán da una idea de la importancia de sus hallazgos. Del Abromus palaui al Geonemus palaui pasando por el Haploembia palaui. Sus ejemplares continúan hoy repartidos por los museos de Ciencias Naturales europeos.

A finales de los 50 su carrera literaria desbancó a la científica. Obras como Notas para un catálogo de los coleópteros deMallorca se transformaron para centrarse en las peripecias e investigaciones del detective Jaume Arbós. La Isla también reconocería aquella nueva faceta con la entrega del Ciutat de Palma en 1962 por su novela 'Els transplantats'.


Baleópolis nº160      06-06-2012


Fuentes

PONS, Guillem X. Josep Maria Palau i Camps

VICENS, Damià & PLA, Vicenç, L'equip mallorquí d'espeleologia (EME): primer grup espeleològic mallorquí

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