William Morton Wheeler
1865-1937
Recorrió medio mundo
espiando cada territorio a ras de suelo. Las hormigas fueron, desde muy pronto,
la pasión de William Morton Wheeler. Catalogó y describió especies,
analizó su ecología y sus hábitats, pero su comportamiento fue uno de los
aspectos que más le fascinó. Un curioso sociólogo de insectos que en 1925
trasladó sus investigaciones a Baleares.
Fue en la Universidad
de Texas (Estados Unidos) donde Morton Wheeler inició sus estudios sobre
hormigas. Allí debutaba como profesor de zoología. Nacido en Milwaukee en 1865,
desarrolló dese muy joven un gran interés por los insectos. Se formó como
embriólogo con Baur, Dohrn y Whitman;
y cuando –ya en el nuevo siglo– ingresó como responsable del área de
invertebrados en el Museo Americano de Historia Natural, sus investigaciones
tomaron una dimensión internacional.
Pasó años viajando por
todo el mundo. Cuba, México, las Islas Galápagos o España. Su llegada a
Baleares en 1925 coincidió con su aterrizaje en Europa y su estancia en la
Universidad de París como profesor de intercambio. Primero visitó Marruecos,
Canarias y el sur de nuestro país antes de dar el salto a las Islas invitado
por Allison V. Armour. Por entonces, el conocimiento del americano
sobre las hormigas baleares se limitaba a los trabajos previos de Lomnicki, Tenenbaum o Menozzi.
"Pasó 13 días en
el archipiélago", recuerda el entomólogo de la Universitat Autònoma de
Barcelona, Xavier Espadaler. Acompañado por su anfitrión y en el
barco de éste, el Utowana, visitó Mallorca, Menorca e Ibiza. Su objetivo era
recoger ejemplares de hormigas en varias localidades no visitadas por Tenenbaum
ni Eidmann, los recolectores que le habían precedido.
La primera impresión
de Morton Wheeler fue su sorpresa por el estado "seco y polvoriento"
de las Islas y el aletargamiento e inactividad de sus hormigas, incluso en las
zonas más montañosas de Mallorca. Coincidía con Menozzi en que se trataba de una
fauna ibérica, "pero mucho más pobre y sin especies endémicas",
apostillaba.
Morton Wheeler en una campaña en Australia en 1931 |
"Tenía
razón", sentencia Espadaler. "Es una fauna con pocos nidos y pocas
especies. Ocurre en todo el archipiélago, pero no es propio de las islas ya que
en Canarias sí abundan. Que Baleares sea geológicamente más joven que la
península podría ser una de las causas. Ha habido menos tiempo para la
evolución de las especies". De hecho, de las cuatro formas que el
estadounidense reconoció como propias de las Islas, sólo una sigue vigente:
Solenopsis fairchildi. Justo la que había bautizado en honor a su otro acompañante: David
Fairchild.
Sus conclusiones y las
15 especies que estudió quedaron recogidas en 1926 en el artículo Ants
of the Balearic Islands. Un trabajo realizado en colaboración con el
laboratorio entomológico del Instituto Bussey de la Universidad de Harvard,
donde ejercía como profesor de biología aplicada. El propio Morton Wheeler
apuntaba que sus notas elevaban el número de formas conocidas en Baleares
hasta 26.
Pero las hormigas no
fueron el único centro de atención del americano. En su obra aseguraba haber
encontrado dos insectos interesantes, al parecer no citados antes en el
archipiélago: el Myrmecophila ochracea Fische y el Leptid
dipteron vermileo vermileo De Geer.
"Su trabajo en
las Islas se limitó, a efectos faunísticos, a una lista. No entró en la
biología", afirma Espadaler. Sin embargo, sus méritos y su obra –cerca de
467 títulos entre 1900 y 1942– fueron mucho más allá. Se convirtió en un
experto en el comportamiento social de las hormigas, al que calificó como uno
de los más complejos en el mundo de los insectos.
Una de sus ideas
claves fue la teoría del superorganismo. Un planteamiento que consideraba la
colmena, el hormiguero y el termitero como un individuo único. Un solo ser vivo
cuyos diversos órganos permanecerían sometidos a la misma ley central. "La
Reina está clavada siempre en un mismo punto. El resto suele hacer entre 10 y 15 metros para después
regresar. Están anclados como sociedades. No existe el concepto de libertad,
una hormiga anacoreta duraría tres días", explica el entomólogo.
En el mundo científico
no cuajó la idea. De hecho permaneció casi en el olvido hasta hace unos 10 o 15
años. "Fue entonces cuando se recuperó y se reelaboró", señala el
científico. Hoy, Morton Wheeler es uno de los grandes personajes de una
ciencia ya con nombre propio: la mirmecología.
Baleópolis nº184 08/01/2013
Fuentes
Professor William Morton Wheeler, with a list of his published writings
http://psyche.entclub.org/pdf/44/44-061.pdf
http://psyche.entclub.org/pdf/44/44-061.pdf
MORTON WHEELER, William. Ants of the Balearic Islands
http://gap.entclub.org/taxonomists/Wheeler,%20W.M/1926a.pdf
HOWARD PARKER, George. Biographical memoir of William Morton Wheeler
http://www.nasonline.org/publications/biographical-memoirs/memoir-pdfs/wheeler-william.pdf
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