El panorama cambió con el siglo XX. La ictiología no profesional continuaba y, con ella, la herencia de sus predecesores. Sin embargo la nueva hornada actuó como corresponsal de investigadores profesionales, mantuvo relaciones con instituciones científicas y empleó revistas –el Boletín de la Sociedad Española de Historia Natural, en el caso del menorquín– para publicar sus trabajos.
Pasaron treinta años desde que Jaume Ferrer Aledo se instaló de nuevo en Menorca, ya con su licenciatura en Farmacia bajo el brazo, hasta que publicó su primer artículo científico. Para entonces ya se había distanciado de su contemporáneo y paisano, Hernández Ponsetí (ver entrada). Mientras éste instalaba un observatorio meteorológico en la azotea de su botica, Ferrer colgaba la bata para pasarse a la ictiología. Entre sus logros, la publicación de un completo catálogo y el descubrimiento del Pseudaphya ferreri.
Nació en Mahón en 1854 y pronto fue considerado uno de los principales representantes de la primera generación menorquina de científicos del siglo XX. Estudió en su ciudad natal la segunda enseñanza antes de trasladarse a la Universidad de Barcelona donde obtuvo la licenciatura en Farmacia en 1877. En 1878 estaba de vuelta en Menorca.
Poco después tenía ya instalada su botica, igual que Mauricio Hernández Ponsetí, paisano y erigido junto a él como uno de los científicos fundamentales del momento. No se sabe si ya entonces Ferrer Aledo se había iniciado en la investigación marina porque, extrañamente, pasaron treinta años hasta que publicó su primer artículo.
Poco después tenía ya instalada su botica, igual que Mauricio Hernández Ponsetí, paisano y erigido junto a él como uno de los científicos fundamentales del momento. No se sabe si ya entonces Ferrer Aledo se había iniciado en la investigación marina porque, extrañamente, pasaron treinta años hasta que publicó su primer artículo.
Mientras Hernández Ponsetí supo combinar su faceta farmacéutica con la de investigación -la azotea de su botica acogió su observatorio meteorológico- Ferrer Aledo optaba por cerrar la tienda. A partir de entonces su tiempo se dividiría entre trabajos administrativos e investigaciones.
En 1906 Revista de Menorca editaba su primer artículo científico. El silencio de la primera mitad de su vida contrastaría con la productividad de la segunda. Durante 50 años mantuvo una colaboración ininterrumpida con la revista. Desde entonces y hasta 1923 publicó por capítulos su gran Fauna de Menorca. Al mismo tiempo publicaba estudios que resumían sus avances en la investigación marina. Artes de pesca en Mahón y El puerto de Mahón bajo el punto de vista biológico fueron algunos de ellos. El más importante, Catálogo de los peces de Menorca (1906) durante muchos años el único existente en la isla.
Entre los siglos XVIII y XIX, una docena de estudiosos relacionados con Baleares recopilaron información sobre los peces del archipiélago. Muchos a través de obras de carácter geográfico o de las topografías médicas. "El trabajo de los ictiólogos no profesionales de aquel periodo se caracterizó, salvo excepciones, por la no utilización de revistas científicas para comunicar sus resultados y por la falta de participación en la descripción de nuevas especies", explica el profesor de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, Lluís Cardona, en su artículo L'obra de J. Ferrer Aledo, J. Ferrer Hernández i E. Castaños Fernández' incluido en el libro La recerca marina a les Illes Balears.
Ejemplar de 'Pseudaphya ferreri' | NATUURLIJKMOOI.NET |
«El segundo cambio importante fue la participación en la descripción de nuevos taxones. Ferrer Aledo entregó a Odón de Buen (ver entrada) ejemplares que sirvieron para describir una especie que, aunque el menorquín era consciente de que se trataba de una nueva, no se atrevió a hacer una descripción formal», relata Cardona.
En junio de 1909 el menorquín dirige una carta a De Buen en la que aseguraba haber observado dos formas del rosetí que –según algunos autores que se basan en los caracteres que menciona– corresponderían al macho y a la hembra del Minuta risso, caracterizado por un marcado dimorfismo sexual. El naturalista Fage y el propio Odón de Buen clasificaron el popular rosetí bautizado como Aphya ferreri, en honor a Ferrer Aledo.
Baleópolis nº81 26-10-2010
Fuentes
OLIVER, Pere (dtor.) La recerca marina a les Illes Balears
http://publicacions.balearsfaciencia.org/dades/10archivo_1.pdf
Baleópolis nº81 26-10-2010
Fuentes
OLIVER, Pere (dtor.) La recerca marina a les Illes Balears
http://publicacions.balearsfaciencia.org/dades/10archivo_1.pdf
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