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sábado, 17 de septiembre de 2011

Pere de Son Gall y el helicóptero quijotesco

Pere Sastre
1895-1965

A Pere Sastre se le podía ver cruzando Llucmajor en su destartalada bicicleta. Quería ser piloto, perito agrónomo e inventor, pero su situación económica y familiar le ataba a aquella finca que le rebautizó como Pere de Son Gall. Entre sus frustraciones, los planos y la maqueta del que fue un auténtico precursor del helicóptero: su cometa-giro-avión. Un invento que durante siglos le ha enfrentado a la SGAE y a Juan de la Cierva.

El trabajo en el campo se le quedaba corto a Pere de Son Gall. Él soñaba con la mecánica, el diseño industrial, la aviación. "Su padre murió aún joven y él tuvo que convertirse en el cabeza de familia y trabajar en la finca para mantener también a su madre y a su hermana", añade el profesor del IES S’Arenal, Joan Salvà. Aún así, siempre encontraba un hueco para las matemáticas, los libros de trigonometría y el dibujo técnico.

Había nacido en 1895 y tenía apenas 26 años cuando diseñó el aparato con el que pasaría a la Historia: el cometa-giro-avión. Sería una máquina aérea mixta con parte de helicóptero y parte de aeroplano. Su característica principal sería la elevación y el descenso verticual y la capacidad de detenerse en el aire.



"Él pensaba en su utilización para salvamento y para urgencias porque podía despegar y aterrizar verticalmente sin necesidad de pista. Podría detenerse en el aire para realizar el rescate o en el mar porque incorporaba la parte inferior de un hidroavión", explica Salvà. Su utilidad y su falta de financiación le llevaron a pedir ayuda al Gobierno.

La primera respuesta pareció positiva. Aquel ministro de Fomento, Juan de la Cierva, le solicitaba los planos para estudiar el proyecto. Con ellos en la mano, su carta de respuesta fue contundente: "El proyecto se desestima porque carece de utilidad pública".

Planos originales para construir el cometa-giro-avión
Al mismo tiempo que comenzó la decepción de Pere de Son Gall lo hizo también la leyenda. Cinco años después de aquella carta, el Juan de la Cierva que pasó a la historia de la aviación –hijo del ministro– conseguía hacer volar un prototipo bautizado como autogiro. El romanticismo y el afán por la tragedia hablaron durante siglos de un plagio al llucmajorer.

"El plagio es una leyenda porque el prototipo no era una copia. El autogiro era un avión con una hélice delante y otra encima para que necesitara menos pista, pero no se elevaba verticalmente", asegura el profesor.

Mientras, en Mallorca Pere de Son Gall seguía esperando. En 1928, cansado de hacer planos y pedir ayudas a la Diputación y al Crédito Balear, decidió desarrollar su proyecto en solitario. Quizá si lo construía le hicieran más caso. Con sus escasos medios, construyó un cometa-giro-avión de hierro y madera que llevaba el motor de una Harley Davidson de dos pistones de la Guardia Civil. Un primer prototipo que no funcionó.

Jugó a las quinielas y a la lotería para intentar ganar dinero, también vendió unos terrenos. Todo hasta que consiguió viajar a Francia y adquirir un motor de avión que acopló al aparato. "Tenía sólo la estructura para el motor, las hélices y las palas. Se levantó por encima de los árboles pero tenía problemas técnicos. Entre otros, el peso de los materiales", apunta Salvà.

Maqueta que se conserva en Llucmajor
Pere de Son Gall inició entonces toda una campaña publicitaria con octavillas por los pueblos vecinos y talonarios de entradas. Con el herrero, el carpintero y el apoyo de una minoría llucmajorera que no le veía como un loco, construyó un hangar. Visitar el cometa-giro-avión costaría tres pesetas.

Poco duró aquella nueva esperanza. Tras la Segunda Guerra Mundial, llegaron los helicópteros americanos, aparatos mucho más avanzados que el proyectado por Pere de Son Gall. Su cometa-giro-avión había dejado de tener sentido.

Abandonó su maqueta en aquella finca mientras la lluvia la carcomía y un temporal arrasaba con su hangar. Un deterioro que llegó a oídos de Joan Salvà a través de su abuelo, amigo del llucmajorer. Juntos rescataron su legado del olvido.

El inventor frustrado, el quijote de la aviación, enfermó y falleció en un hospicio del pueblo. Quizá demasiado tarde, Llucmajor empezó a recuperar su memoria. El Centre d’Informació Juvenil aún expone la reconstrucción de un cometa-giro-avión con las piezas que se recuperaron.


Baleópolis nº52  02-03-2010

Fuentes

SALVÀ, Joan. El precursor llucmajorer de l'helicòpter: Pere Sastre Obrador, de Son Gall. (Ed. Lleonard Muntaner)

Pedro Sastre Obrador

Pere de Son Gall en El Día de Cuenca, 1857

El Cometagirovión o los sueños fantásticos

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