Jeroni Orell
1924-1995
Tenía 43 años cuando decidió dedicarse en exclusiva a la botánica. Mediaba la década de los 60 y había conseguido ser uno de los pocos naturalistas que había sobrevivido al yermo científico que siguió a la Guerra Civil. Tal vez la dedicación de Jeroni Orell a la investigación teórica fuera menor, pero aún hoy continúa siendo uno de los padres del herbario y el Jardín Botánico de Sóller.
Nació allí en junio de 1924. En la vall de les taronges donde su formación quedó pronto vinculada a los hermanos de La Salle. Las excursiones escolares fueron su primer contacto con la naturaleza. La Carlina carymbosa, una especie de cardo amarillo, sería la primera planta que conocería. Luego, con su traslado a la escuela del Pont d'Inca, llegaría a sus manos el herbario del Hermano Bianor (ver entrada), un religioso y botánico francés que se había refugiado en Mallorca.
"Más que científico, el herbario tenía carácter divulgativo y servía para distinguir a las escuelas que lo poseían", explica el director del Jardín Botánico de Sóller, Josep Lluís Gradaille. Aquella colección vegetal marcaría el inicio de su orientación a la botánica. Pese al desierto científico en que quedaría convertida España tras la Guerra Civil, sería entonces cuando Orell aumentara su vinculación con la disciplina.
Sólo un pequeño grupo de investigadores había mantenido su actividad naturalística tras el conflicto. En julio de 1942 el solleric realizó su primera excursión botánica de la mano de Llorenç Garcias Font. "Era el botánico más ilustrado del momento, porque además era farmacéutico en Artà. Orell le llamaba 'mi maestro' y pasaron muchas horas de campo juntos", recuerda Gradaille.
Sólo un pequeño grupo de investigadores había mantenido su actividad naturalística tras el conflicto. En julio de 1942 el solleric realizó su primera excursión botánica de la mano de Llorenç Garcias Font. "Era el botánico más ilustrado del momento, porque además era farmacéutico en Artà. Orell le llamaba 'mi maestro' y pasaron muchas horas de campo juntos", recuerda Gradaille.
Cinco años después de aquella salida, Jeroni Orell entró a formar parte, gracias también a Garcias Font, de la Societat de Història Natural de Balears (SHNB). Había estudiado Magisterio y ejercido como profesor en escuelas de Palma, Pont d’Inca o Biniaraix. Sin embargo, motivos personales además de su nueva vocación, le llevaron a abandonar la enseñanza en 1967.
Desde Sóller se convirtió en colaborador de botánicos internacionales como el doctor Erben de Munich o el profesor Pignatti de Roma. A finales de los 60, los investigadores Louis y Reichstein bautizarían con su nombre los helechos Asplenium sollerense y Asplenium orelli. El mallorquín encontró esta última especie durante una de sus excursiones, pero fueron los ingleses quienes lo describieron para la ciencia.
Orell publicó artículos en revistas como Collectanea Botanica o el boletín de la Institución Catalana de Historia Natural. "Su contribución a la investigación fue interesante pero modesta. Fue más destacado su papel en el campo práctico y la recolección", asegura el director. Sin embargo, su obra revisaría la Flora de Barceló i Combis (ver entrada).
Tras visitar varias zonas húmedas de Deià, determinó que lo que el sabio había identificado como el helecho Blechnum spicant era en realidad Pteris vittata, de la que dio sus primeras indicaciones en Mallorca. Por otro lado, su Contribución al estudio de la flora micetológica continuaría la enumeración de los hongos de la Isla.
El artículo, publicado en 1961, era el fruto de un encargo del director del Jardín Botánico de Barcelona, Antonio de Bolós. Jeroni Orell fue invitado a participar en una exposición sobre micología contribuyendo con el estudio de su vertiente balear.
Ejemplar de 'Asplenium sollerense' |
Tal como relata el solleric, el envío de las especies resultó tan complicado que sólo 17 pudieron ser clasificadas. De ellas, casi la mitad eran nuevas para la ciencia. Algo que demostraba el poco conocimiento que existía en esta materia. Salvo la breve reseña de Orell, pasaría un siglo hasta recuperar un nivel de investigación como el de Barceló i Combis.
En 1980 se convirtió en parte del grupo que impulsaría la creación del Museo Balear de Ciències Naturals. "El embrión nació con el padre Bonafé (ver entrada). Inoculó el gusanillo por la botánica y contribuyó a la puesta en marcha de un jardín", señala su actual director. Orell centró su colaboración en la creación de aquel museo naturalístico y en la de un herbario para el centro.
Según Gradaille, Jeroni Orell fue también uno de los primeros defensores de la creación de una reserva natural frente a un turismo cada vez más masivo. También fue el delegado de la SHNB para la protección de la flora del Puig Major antes de su voladura en 1958. Eso unido a la construcción de una base militar americana, supuso la desaparición de algunos helechos que tenían allí una de sus escasas zonas de distribución. A mediados de los 90, una operación le obligó a trasladarse a Barcelona. No regresaría. Fallecería en la Ciudad Condal en mayo de 1995.
Baleópolis nº 125 04-10-2011
Fuentes
LLORENS, Lleonard. Jeroni Orell Casasnovas
ORELL, Jeroni. Contribución al estudio de la flora micetológica de Mallorca
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