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jueves, 26 de mayo de 2011

Howard Saunders: el ornitólogo costumbrista

Howard Saunders
1835-1907

Inglaterra se rindió a las aves en plena era victoriana. El propio Howard Saunders era un hombre de negocios hasta que la ornitología se cruzó en su camino. En 1862 decidió consagrarse al estudio de la avifauna española. En Baleares se convirtió en testigo del nacimiento de una ciencia que atraía a célebres ilustradores locales y a viajeros científicos.

Cuando Howard Saunders nació en Londres en 1835, su futuro profesional estaba prácticamente decidido. Recibió una educación privilegiada en escuelas como la del Doctor Gavin Smith, cerca de Brighton. Pese a que luego aseguraría que allí surgió su interés por la ornitología, inició su carrera de negocios –como dictaba la herencia familiar– nada más terminar los estudios.

Tenía sólo 20 años cuando emigró a Sudamérica para iniciar sus propio negocio. Vivió en Brasil, Chile y Perú durante poco más de un lustro. Cuando regresó a Europa en torno a 1860, algo había cambiado. En él y en su destino. Su Inglaterra natal descubría, tal vez como el propio Saunders, el interés por las aves. En plena era victoriana la proliferación de armas de fuego, la divulgación del concepto de historia natural y las colecciones de objetos naturales –como huevos o pieles– crearon una base sobre la que creció la nueva ciencia.


Aquel incipiente movimiento desembocó en la creación de la British Ornithologists’ Union en 1858. Un año después, la asociación publicaba por primera vez la revista Ibis. En 1862 Howard Saunders, al que acabarían considerando un renovador de la ciencia ornitológica en su país a la entrada del siglo XX, se entregaba al estudio de la avifauna española. Llegó a nuestro país sobre 1867. «Mi intención era limitarme a las provincias de Andalucía y Murcia. Pero después de observar algunos pájaros interesantes en una reciente visita a la costa este y a Baleares, he estado tentado de ampliar mis apuntes», reconoció en una de sus obras. Su frontera norte fue, entonces, la madrileña localidad de Aranjuez.

Su viaje andaluz se alargó hasta 1869 antes de pasar al Levante. En Valencia contó, como en otras localidades, con un corresponsal: Ricard Martín. Además, los trabajos y el testimonio director de Lord Lilford (ver entrada) le sirvieron de gran ayuda durante sus exploraciones.

En 1870 Saunders llegó a Baleares. Pese a que se sabe que visitó Mallorca y Dragonera, se desconoce su hoja de ruta. Sus observaciones, recogidas en A List of the Birds of Southern Spain publicado en 1871, se convirtieron en un listado de especies plagado de anécdotas. En él, aparecen también mencionados los trabajos de Barceló i Combis (ver entrada) y de Buenaventura Serra (ver entrada) tomados como referentes.

A mediados del mes de mayo, el inglés realizó la que, según apunta el ornitólogo Jesús R. Jurado en el artículo A cavall entre dos segles: Saunders i l’arxiduc Lluís Salvador, fue el primer testimonio de la nidificación del falcó marí (Falco eleonorae) en Dragonera. Saunders recoge el relato de pescadores que aseguraban haber comido huevos de dicho pájaro, al que llamaban esparver. Un hecho que él considera puntual ya que el halcón, según describe, ponía los huevos en agujeros de las rocas en lugares inaccesibles.

«Dragonera es, en apariencia, muy similar a Gibraltar aunque menos elevada», relata. Según sus cálculos, 1.180 pies separaban el nivel del mar de la base del faro. Allí –donde también destacó la presencia habitual del águila pescadora y el hallazgo de un nido «de tres metros de espesor»– narró sus dificultades para hacerse con ejemplares de halcón por lo alto de su vuelo. En Mallorca se acumulan las anécdotas del inglés. Constató el escaso número de ejemplares de calamón (Porphyrio porphyrio). Igual que exiguos eran también los fondos ornitológicos de un museo palmesano del que Saunders afirma que, «hace diez años», tenía una gran colección de pájaros. 

En sus estudios, Saunders reconoce que no tiene pruebas de la existencia de ningún ejemplar auténtico de Balearica pavonina, ni en la Península ni en las Islas. La única información que posee es la lista de Barceló i Combis y su juramento de que hacía tiempo que no se habían visto ejemplares. La única evidencia se remontaba a Buenaventura Serra que había escuchado que en 1780 se había encontrado uno de estos pájaros en Santa Ponça. Ejemplar que, según el estudioso, había podido contemplar el ilustrado Cristóbal Vilella (ver entrada).

Dos trabajos más resumieron sus andaduras por España: On the Ornithology of Spain (1873) y la colección de artículos Ornithological Rambles in Spain (1874). Especializado en gaviotas y charranes, Saunders dio el salto a Europa en décadas posteriores. Escribió sobre la avifauna de Suiza y Francia y fue creador del clásico Manual of British Birds (1885).

Con su faceta como hombre de negocios aparcada, el inglés vio crecer su carrera ornitológica. Fue secretario de la British Ornithologists’ Union y del British Ornithologists’ Club. Formó parte de sociedades como la Zoological Society y la Royal Geographical Society. En 1907 falleció con dos especise bautizadas a su nombre.

Baleópolis nº 110 17-05-2011

Fuentes

JURADO, Jesús R. A cavall entre dos segles: Saunders i l’arxiduc Lluís Salvador

SAUNDERS, Howard. A list of the Birds of Southern Spain
http://archive.org/details/ibis13brit

SMITH, Kimberly. 100 Years Ago in the American Ornithologists' Union

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