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jueves, 26 de mayo de 2011

Joan Ignasi Valentí: un pionero en la sombra

Joan Ignasi Valentí
1901-1936

Joan Ignasi Valentí se convirtió en un experto en literatura psiquiátrica. Desde sus obras fue uno de los primeros en hablar del papel de los trabajadores sociales en la España de los años 30 y de la necesidad de controlar a los menores con problemas mentales. Instalado en aquel nuevo Manicomio de Palma, ni siquiera estaba convencido de que la reclusión fuera parte del tratamiento. Pero su temprana muerte y la fama de su compañero de trabajo, Llorenç Villalonga, dejaron su nombre en el olvido.

Nació en Palma en 1901, ciudad en la que pasó toda su juventud hasta trasladarse a Barcelona para cursar sus estudios universitarios. Aún no quería ser psiquiatra, pero aquellas dos licenciaturas en Ciencias Naturales y Medicina marcarían más adelante su interés por la Neurofisiología y la vertiente biológica.

La cátedra de Higiene de la Facultad de Medicina de Barcelona –donde fue ayudante interino en el curso 1925/26– fue su primer contacto. La especialización llegaría poco después en el manicomio de Nova Betlem: una institución puntera fundada en 1857 por Giné i Partagás, uno de los padres de la Psiquiatría española del siglo XIX.


Un año después Valentí volvía a instalarse en Mallorca donde abrió un consultorio particular. Fue el mismo 1927 en que se convirtió en médico auxiliar del manicomio de Palma. Pese a tener trabajo asegurado –o tal vez por esa misma razón–, el mallorquín nunca abandonó la formación. Especial relevancia tuvo un curso de Psiquiatría en el Hospital Santa Anne de París en 1930.

Mientras en el manicomio palmesano el nombre de Llorenç Villalonga dejaba su figura en un segundo plano, Joan Ignasi Valentí despuntaba en la sanidad pública como con el importante papel que desde la Casa de Socorro desempeñó para la creación de una red de asistencia social.

Los menores se convirtieron en uno de sus frentes destacados. Su interés por la Psicopatología de la Infancia le llevó a colaborar entre 1932 y 1935 con el Tribunal Tutelar de Menores, el entonces Consejo Superior de Ayuda a la Infancia.
La Semana de la Higiene Mental Aplicada a la Psicología celebrada en 1932 abordó una de las preocupaciones del doctor: la asistencia de los niños «anormales» en la escuela y la necesidad del conocimiento psíquico del menor por parte del profesor siempre a través de herramientas científicas. Un año después, la Diputación Provincial creaba una comisión para estudiar los problemas infantiles. La junta, de la que también formaba parte Valentí, tenía como objetivo redactar y proponer un proyecto para la asistencia de «niños anormales».

Pese al concepto de integración vigente hoy, Valentí recogió sus propuestas en Escuelas para anormales y escuelas para superdotados. Ideario para desarrollar (1934). Siguiendo los planteamientos de Lafora, abogaba por la creación de centros con características específicas para cada grupo.

Hacía tres años, sin embargo, que el mallorquín había publicado la que se considera su obra principal: La lucha contra la locura, ensayo de vulgarización. El volumen revisaba de manera histórica el concepto de locura hasta 1931.

Pero Valentí no quería sólo desmontar mitos. Su proyecto iba más allá. Su intención era establecer una campaña contra las causas que posibilitaban las enfermedades mentales. Su índice causístico fue considerado un manual de Psiquiatría.

Desconfiado del sistema entonces vigente, concluía que los tratamientos no tenían que pasar necesariamente por la reclusión del enfermo. Y citaba ya una figura habitual en Estados Unidos pero desconocida en la España de la época: los trabajadores sociales. Profesionales que intervenían cerca de las familias y los enfermos en sus casas.

El mallorquín estudió las patologías parkinsonianas –enmarcadas dentro del concepto de degeneración de las funciones–, la relación entre la Psicopatología y la Criminología, y la lucha antisifilítica como primer escalón ante la parálisis general progresiva. Sin embargo, su muerte prematura dejó a medias su labor.

Tenía sólo 35 años. Una insuficiencia cardiaca que arrastraba desde hacía meses acabó con su vida. Consciente o no, el mundo de la Psiquiatría debió quedarse con la idea de haber dejado de lado aquel talento. Sus granitos de arena en la Ciencia quedaron recluidos en la sombra.

Baleópolis nº75  13-09-2010

Fuentes

MESTRE, Bartomeu & PARELLADA, Didac. El doctor Joan Ignasi Valentí Marroig i la seva obra psiquiàtrica.

Archivo fotográfico Escalas Real

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