M.Àngels Cardona i Florit
1940-1991
Licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad de Barcelona, Maria Àngels Cardona decidió no regresar a Menorca. Tuvo, sin embargo, a su isla como el eje central de sus investigaciones. Discípula de Ramon Margalef (ver entrada), fue pionera en el estudio de la flora a través de sus cromosomas y elaboró estudios de protección paisajística que desembocarían en la declaración de la Reserva de la Biosfera.
Maria Àngels Cardona era deudora de sus predecesores. Recopiló El coneixement florístic de l’illa de Menorca y rindió homenaje bibliográfico a Rodríguez Femenías (ver entrada). Pero ella era, en realidad, hija de otro tiempo. Nacida en Ferreries en 1940 se había trasladado hasta la Ciudad Condal para estudiar Ciencias Biológicas, licenciatura que obtendría en 1963.
Acabada la carrera, la menorquina decidió quedarse en Barcelona para continuar con su faceta de investigadora e iniciarse en la docencia. Formaba parte de una generación de biólogos discípula de Ramon Margalef, uno de los máximos representantes de la ecología como disciplina académica.
Aquella nueva ola de estudiosos no tardó en extenderse a Baleares. «Margalef era un referente internacional e influyó en Cardona en la manera de entender la ecología», señala el autor de M. Àngels Cardona i Florit: la flora i el paisatge de Menorca, Joan Manel Martí. Así, la menorquina comenzó sus trabajos de investigación ligados a la ecología vegetal que en 1972 darían como fruto su tesis Funcionalisme i ecologia d’algunes comunitats vegetals barcelonines.
Su interés se desplazaría luego a la biogeografía y la citotaxonomía. Un movimiento innovador que recorría Europa y que investigaba la distribución de las especies vegetales a partir de su dotación genética. El estudio del cariotipo –el cromosoma de cada especie– indagaba en su origen y evolución. Aquella nueva corriente colocó Menorca en el epicentro de los trabajos de Maria Àngels Cardona. Estudió el origen de la flora de Baleares para determinar qué relación tenían con otros endemismos del Mediterráneo.
Consideracions sobre l’endemisme i l’origen de la flora de les Illes Balears (1979) surgiría como fruto de aquella faceta. Su conclusión: buena parte de las plantas endémicas de las islas del Mediterráneo occidental colonizó la zona hace más de 20 millones de años cuando estaban unidas al sur de Europa. Cerdeña, Córcega o Baleares habían actuado como refugio de las especies.
«Una de las principales aportaciones de Cardona fue la divulgación», asegura Martí. A sus contribuciones personales sumó El món vegetal en el segundo volumen de la Enciclòpedia de Menorca. «Fue muy importante para el conocimiento de la botánica menorquina. Era una publicación novedosa por su tratamiento especializado», añade el estudioso.
Ligada de nuevo a una iniciativa catalana, el Llibre Blanc de la Gestió de la natura als Països Catalans –en el que participaron más de 80 científicos de todo el mundo– Maria Àngels Cardona se inició en la que sería su última vertiente de estudio: el ecologismo.
LAS RESERVAS DE MENORCA
«A veces tengo la impresión de que muchos menorquines, autoridades incluidas, no son lo suficientemente conscientes del riesgo, cada vez más grande, de que buena parte de nuestra flora y fauna desaparezcan», confesaba la bióloga. Menorca vivía su segundo boom turístico sin normas capaces de conservar el patrimonio natural.
«Su miedo estaba relacionado con la incertidumbre del futuro, de que no se tuviera en cuenta lo que la isla podía soportar a nivel ambiental y la pérdida de riqueza ecológica. Los nuevos proyectos urbanísticos eran un debate muy presente», apunta Martí. La investigadora apostaba por un desarrollo que no agotara los recursos naturales y por la protección de zonas de interés botánico.
En 1980 el Consell de Menorca le encargó un análisis de la isla que publicó como Estudi de les zones d’interès natural i ecològic de Menorca. Se trataba de la investigación de las comunidades vegetales, los recursos naturales y las actuaciones que se deberían emprender para preservar el patrimonio natural. Una obra pionera en España.
La Albufera des Grau y la Illa d’en Colom fueron su principal objetivo de protección como reserva integral de interés científico. Un planteamiento al que el tiempo y las autoridades dieron la razón. «Fue una de los científicos que contribuyó a la determinación de las zonas de protección especial de Menorca, anterior incluso a Mallorca. Su trabajo fue fundamental para llegar al actual Plan Territorial de la isla», añade el experto.
Pese a haber decidido desarrollar su carrera profesional en Barcelona –donde llegaría a ser catedrática de Biología Vegetal en 1986– su vinculación con Baleares sería continua. Maria Àngels Cardona fallecía en 1991, el mismo año en que se aprobó la Ley de Espacios Naturales.Faltaba sólo un año más para la declaración de Menorca como Reserva de la Biosfera.
Baleópolis nº91 - 04/01/2011
Fuentes
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